Este yo creo que será unos de los artículos que nunca me gustaría escribir pero que por mi inquietud ética y profesional provocan que mis manos vayan a relatar la cruda realidad que viven mucho perros y en especial las protectoras.
Es habitual que salgan noticias e historias desgarradoras de cómo acaban muchos perros en la protectora y casi siempre se asocia a perros maltratados, perros de peleas y demás casos similares. Pero un grandísimo porcentaje de los abandonos, probablemente mayor que los mencionados, son abandonos por “capricho”, “No puedo encargarme de él” etc.
Lamentablemente, aunque se hagan campañas contra el abandono y el maltrato animal, uno de los principales motivos de abandono es la adquisición, compra o adopción de perros por motivos tan tontos como que es para los niños, momentos de soledad, cambio de casa o la llegada del buen tiempo.
Solo con hablar con las protectoras o pensar en mis propias experiencias, siempre aparece ese dueño que dice, como si con le apuntaran a la cabeza con una pistola, “Busco familia a mi perro, ¿Sabes de alguna?”
En un primer momento y durante los dos primeros segundos, yo también me creo que le están apuntando con una pistola y como siempre puedes encontrar algún caso de verdadera angustia, acabo preguntando el porqué. Y he aquí mi conversación:
“No me hago con el perro”-Llama a un educador “Buff es dinero” “No tengo tiempo”, “Es que me he quedado sin trabajo”, “No tengo para mantener al perro”, “Es que no tenemos tiempo para dedicarle”, “Hemos tenido un niño”, mejor nos deshacemos del perro que cubrió las necesidades de sus dueños y aburrimiento durante años. Estas son, entre otras, las excusas baratas para deshacerse del perro y evitar las responsabilidades, que como yo muchos habréis escuchado.
Y mira que lo intento, pero siempre termino dando la misma contestación:“Fíjate que el perro es como la bici estática, se usan durante una temporada y luego la bici a la basura”.¡Ah no! Que torpe por mi parte, la bici tiene mejor trato, a esta la tienen en medio del salón durante 3 años para sacarle al menos 50€ en la venta de segundamano. Los perros no tienen tanta suerte, tras pronunciar estas palabras “Con la pena que me da” o le encuentran familia, si es que la buscan o el fin de semana… Todos conocemos el final.
En FormaDog tenemos un servicio de asesoramiento a domicilio en el que estudiamos la situación de la familia para ayudarles a encontrar el perro que mejor se adapte a sus necesidades. Aun así, en más de una ocasión,tras informarles de la necesidad y de todas las necesidades que requiere tener un perro, recomendamos no adquirirlo.
Desde FormaDog creemos que es necesario que haya un mayor control sobre el abandono, que conlleve tanto una sanción económica como impedir que puedan volver a adquirir un perro si no es bajo un estricto control, ya que la realidad y nuestra experiencia nos dice que en unos años se volverá a repetir la historia
FormaDog apuesta por crear conciencia ciudadana. Charlas, seminarios y formación en general, para que quien quiera adquirir una mascota sepa realmente lo que ello conlleva y tenga todas las herramientas necesarias para llevar una vida en conjunto sana y equilibrada, evitando así estas situaciones.
Gracias a las personas que han decidido adoptar, estos perros tienen otra oportunidad y tendrán sus últimos paseos con personas que saben la responsabilidad que conlleva tener un perro y que verdaderamente los vea como un miembro más de la familia.
La prevención del abandono es mejor solución que la adopción en sí.